Al enfrentarnos a la gestión de una ruptura, la corta edad de los menores es sin duda un elemento a tener en cuenta a la hora de determinar qué tipo de custodia y régimen de visitas debe aplicarse.
La corta edad de un menor no puede ser en ningún caso causa para impedir el contacto del menor con el otro progenitor, debiendo ponderarse en cada casa las circunstancias exactas del mismo.
Si bien no hay un criterio uniforme y cada vez a edad más temprana suelen concederse custodias compartidas, lo cierto es que es difícil encontrar resoluciones que, con menores de más de tres años, la edad sea un impedimento.
¿Y SI ES LACTANTE?
La lactancia no es un impedimento para el normal contacto del padre con su bebé. Y aunque puede suponer que dificulte el establecimiento de la custodia compartida hasta llegado determinado tiempo, tal como expone la Audiencia Provincial de Córdoba en sentencia de 11 de julio de 2018, no puede alargarse la lactancia con la idea de impedir pernoctas o custodias compartidas.
En todo caso, sería exclusivamente durante el tiempo en que el bebé exclusivamente se alimenta con leche materna y difícilmente justificable más allá de los 18 meses.