Aunque a priori no lo creas, y pienses que tu ruptura podrá tramitarse de forma amistosa con absoluta lealtad entre las partes, no siempre es así. Son muchas los errores que puedes cometer sin saber que posteriormente te generarán un problema y que por desgracia pueden tener consecuencias irreversibles. Es por ello por lo que un asesoramiento preventivo facilitará la labor, te evitará problemas, reducirá el tiempo en resolver la ruptura y te ahorrará dinero.

Los procedimientos de familia afectan a la esfera más personal, y es normal que cuando nos enfrentamos a ellos, por miedo a ser juzgados por nuestro letrado, ocultemos o no informemos de todos los aspectos que conciernen a la vida de la familia. Ello lleva en ocasiones a que en el acto de juicio en mitad del interrogatorio nos encontremos con situaciones sorpresivas e incomodas que fácilmente podrían haberse evitado si el cliente hubiera informado plenamente. No olvides que nuestra labor como abogado no es juzgarte, sino defenderte.

Es normal que en el periodo inmediato tras la ruptura los sentimientos hacia tu ex pareja y las ansias de satisfacerlos (revancha, deseos de poner fin cuanto antes a la situación al precio que sea...) nublen o interfieran las decisiones que tengas que adoptar. Debes dar al conflicto la perspectiva y dimensión de futuro que realmente tiene, por lo que nada o poco importa lo que puedas sentir hacia tu ex pareja en ese momento, y pensar que tienes ante ti el inicio de una nueva vida y las decisiones que adoptes serán los cimientos de la misma.